
La base para una vida financiera sólida es el conocimiento: explora nuestros artículos y aprende a tomar decisiones financieras más inteligentes.
Préstamo personal
Se trata de un crédito que te otorga una institución financiera sin que necesariamente tengas que vincular tu salario o dejar un bien en garantía. El uso del dinero suele ser libre (viaje, consolidación de deudas, gastos imprevistos).
Por ejemplo, algunas fintech en México ofrecen préstamos personales con tasas de interés desde ~8.9 % anual.
Préstamo de nómina
Es un crédito para quienes reciben su salario a través de una cuenta bancaria en una institución que ofrece este producto. En este caso, la institución descuenta las cuotas del préstamo directamente de tu nómina o de los pagos que te hacen. Por lo general tiene mejores condiciones (menor riesgo para el banco) porque hay certeza de ingreso. Por ejemplo, para el caso de BBVA México se anuncia tasa fija anual de entre 23.75 % y 37.45 % sin IVA para su “préstamo de nómina”.
Préstamo con garantía
En este tipo de crédito ofreces un bien (por ejemplo un inmueble, un vehículo u otro activo) como respaldo o garantía de pago. Si incumples, el prestamista podría quedarse con ese bien. Gracias a esa garantía, suelen obtenerse mejores condiciones (menores tasas) comparado con créditos sin garantía.
Si eres un trabajador asalariado con nómina estable, recibes tus pagos siempre a tiempo y estás buscando un monto moderado para, por ejemplo, hacer unas mejoras en casa o cubrir un gasto imprevisto, el préstamo de nómina puede convenirte, porque probablemente obtendrás una tasa más baja que un préstamo personal estándar. Ejemplo: un empleado que recibe su nómina en BBVA, solicita un préstamo de nómina y puede obtener tasa fija de ~23.75 % (según su evaluación).
Si eres un emprendedor o freelancer, con ingresos variables, y no tienes una nómina domiciliada, el préstamo personal quizás sea más adecuado: aunque la tasa sea más alta, no necesitas garantía de nómina ni aval específico. Necesitas evaluar bien la capacidad de pago, pues tendrás menos certezas.
Si ya tienes un bien propiedad (por ejemplo una vivienda completamente pagada o con poco saldo) y necesitas un monto elevado para inversión o proyecto (por ejemplo montar un negocio, invertir, consolidar varias deudas), entonces un préstamo con garantía puede salir mucho más competitivo en condiciones – siempre que aceptes el riesgo de poner ese bien como respaldo.
Aquí una recopilación de rangos estimados para el mercado mexicano:
Para préstamos personales: entre ~20 % y 45 % anual para bancos tradicionales.
En préstamos de nómina: una tasa promedio ponderada por saldo fue de ~27.4 % para el 2023.
Para préstamos con garantía (como garantía hipotecaria) se reportan tasas mucho más bajas: por ejemplo, con garantía de casa, tasas de ~12 %–18 % anual estimadas.
Ejemplo concreto: Supongamos que solicitas un préstamo personal en 2024 en México. Podrías ver una tasa cercana al 30 % anual.
Para nómina quizá se te ofrezca ~24 %–30 % dependiendo del banco y tu perfil.
Para garantía, si pones una casa como aval, podrías ver ~12 %–18 % o un poco más, según el plazo y condiciones.
Verifica si tu empresa permite nómina domiciliada o si el banco exige ese requisito.
Evalúa si la cuota afectará tu ingreso neto de forma que te reste liquidez para otros gastos.
Asegúrate de que la tasa esté fija y sabe exactamente cuánto pagarás mes a mes.
Si ya tienes estabilidad y buen historial crediticio, el préstamo de nómina suele ser buena opción.
Ya que tus ingresos pueden variar, prioriza un préstamo con cuota flexible, plazos que puedas manejar y no sobrecargarte en meses de menor ingreso.
Considera que un préstamo personal puede ser más adecuado pues no exige nómina fija o garantía tradicional.
Aún así, evalúa la tasa, CAT (Costo Anual Total) y evita comprometer mucho de tu ingreso en cuotas.
Si tienes un inmueble o activo que puedes utilizar como garantía y deseas un monto alto o plazo largo, el préstamo con garantía se vuelve muy competitivo.
Pero atención: debes estar seguro de cumplir con los pagos, porque el bien está en riesgo.
Revisa todos los gastos adicionales: avalúo, notarías, inscripción de gravamen, seguro de vida y daños (en algunos casos).
No existe “el mejor” tipo de préstamo de forma universal, sino el que mejor se adapte a tu situación, necesidades y perfil. Si eres asalariado con nómina estable quizá el préstamo de nómina ofrezca buen equilibrio entre tasa y comodidad. Si eres freelance con ingresos variables quizás necesites un préstamo personal flexible. Si cuentas con bienes y proyectas algo a más largo plazo, quizá el préstamo con garantía sea lo más adecuado, pero también con mayor riesgo.
Evalúa siempre: tasa de interés, CAT, plazos, comisiones, impacto en tu flujo de efectivo. Haz simulaciones. Lee bien el contrato.
👉 En el próximo artículo de la serie, descubrirás cómo saber si un préstamo es confiable o fraude, para que puedas tomar decisiones con total tranquilidad.
Escrito por Ana Fernandez, especialista en finanzas personales.
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